El libro de la Etiqueta Vaishnava

Instrucciones para el aspirante al Bhakti-Yoga
Por su divina Gracia
B.A. Paramadvaiti Swami

Introducción

La Etiqueta Vaisnava es muy importante, más de lo que pensamos. Aquí en Occidente existen muchas reglas de conducta entre los así llamados “caballeros”, pero comen carne, piensan que el mundo proviene de una explosión y que el sexo ilícito es la meta de la vida.

Srila Prabhupada vino a enseñarnos la verdadera vida de seres humanos. Aún así, son pocos los
devotos que desean practicar estas reglas para covertirse en Vaisnavas de altas calificaciones.
Acar es comportamiento, y Pracar es la prédica. Ambos aspectos son importantísimos. Abandonemos los apegos a nuestros Mlecha samskaras (costumbres subhumanas), para tratar de llegar a un nivel de vida que complazca a Srila Prabhupada y Srila Sridhara Maharaja.

Etiqueta Vaishnava

La Etiqueta Vaisnava que se encuentra bajo la dirección de Srila Sridhara Maharaja es muy impresionante, pues sobrepasa las reglas y regulaciones que llevamos en nuestros templos, etiqueta que proviene de amor real de un devoto a otro; Amor y Servicio Espontáneo.

En este manual quiero dar a ustedes algunos de los aspectos de esa extática Etiqueta Vaisnava. Una de las principales características que observé, fue el cuidado y la atención que cada devoto presta por el bienestar de los demás. Por ejemplo: los devotos Brahmanas son siempre los que distribuyen el prasadam; ellos se aseguran que cada quién reciba exactamente lo que desea y que coma sin ansiedad, en un ambiente ciento por ciento amable y sin envidia. Para que esto pueda llevarse a cabo en nuestros templos, los devotos con algún grado de realización personal deben distribuir el prasadam. Esto es muy estricto en el ashram de Srila Sridhara Maharaja.

No sólo para los sannyasis sino también entre los mismos devotos, se ofrecen reverencias todas las mañanas. Al encontrarse entre sí durante el día, los devotos no consideran necesario repetir las reverencias. Esta forma de respetar los vaísnavas despierta en uno la cualidad de la humildad. Los devotos del ashram de Srila Sridhara Maharaja, siempre quieren saber dónde se encuentran los demás devotos, y es considerado una falta de etiqueta alejarse de su asociación por mucho tiempo sin avisar sobre el sitio hacia dónde se va. Cuando una persona querida se ausenta por algún tiempo, los demás se afectan perturbándose así sus mentes. Por eso, los devotos siempre saludan al llegar, y siempre se despiden antes de partir a otro lugar.

Todos los devotos del ashram de Srila Sridhara Maharaja podían subir por lo menos una vez al día donde Su Divina Gracia para ofrecerle sus respetuosas reverencias. Los devotos deben preocuparse los unos por los otros. Por ejemplo, cuando un devoto se siente mal o está enfermo, inmediatamente los demás deben buscar fórmulas para aliviar su sufrimiento.

En el Gaudiya Sampradaya existe un sistema tradicional para mostrar respeto a los superiores: el grado de avance del devoto es evaluado de acuerdo al tiempo que uno tenga sirviendo al Maestro Espiritual. En otras palabras, es superior el devoto que haya sido iniciado primero. Claro, debido a que los devotos nunca se sienten superiores, esto sólo aumenta el intercambio devocional entre ellos. A la hora del prasadam todos los devotos se deben sentar en fila para que aquellos que están sirviendo puedan atenderlos amablemente.

En la forma como se sientan se puede observar la etiqueta de su señorío. Cuando diferentes vaísnavas están hablando, siempre debe dirigir la conversación el mayor en realización, y así respetando estos niveles hasta los bhaktas. Entonces hay un intercambio muy extático debido a que los devotos siempre quieren ofrecer a sus superiores un respeto extra y éstos nunca quieren recibirlo, porque no se sienten dignos de ninguna atención especial. Un intercambio de querer ofrecer respetos y de no querer recibirlos es exactamente el espíritu que debe existir en la asociación vaisnava, así como Sri Caitanya Mahaprabhu lo explicó en su tercer verso del Siksastaka, en el cual se dice que el devoto está deseoso de ofrecer todo respeto a lo demás y no espera nada para sí mismo.